lunes, 30 de diciembre de 2013

Nogales en 1950

Y así llegamos al año que define la mitad del siglo XX, 1950, en un Nogales que nuevamente crece en población después de la guerra revolucionaria y de la Gran Depresión. De esta manera, ese año se alcanza una población en el municipio de 26 mil habitantes de la que la mayoría es urbana, 24,500, y de éstos un poco más de la mitad, 13 mil, son mujeres que viven dentro de la ciudad. Es decir, Nogales, que había alcanzado el título de ciudad empezando 1920, era una pequeña pero importante población dentro de un Sonora que por entonces es eminentemente rural. Ese mismo año, la población total del Estado alcanza una población de alrededor del medio millón de habitantes.

Por entonces, los ganaderos del norte del Estado se quejan contra los impuestos que se cobran por cada res que es sacrificada en el Estado, recursos que son entregados casi totalmente a la Unión Ganadera Regional de Sonora. Así, por cada res son destinados $5 al fisco, $2 a la UGRS, 25 cts. a la Universidad del Estado, etc. Su argumento es que, mientras que la Universidad de Sonora sólo recibe unos $60,000 anuales, a la UGRS se le entregan alrededor de $365,000. Sin embargo, sus protestas caen en los oídos sordos del gobernador Ignacio Soto, quien había iniciado su carrera precisamente en esta frontera, como Representante de la Compañía de Servicios Públicos dos décadas antes, función a la que seguiría su desempeño como Inspector de Alcoholes cuando cometió el error de inclinarse en favor del alcalde nogalense, Manuel Mascareñas en su pugna contra los vendedores de alcohol de la frontera. Así, en esta nueva pugna de poderes entre los ganaderos sonorenses, los norteños tendrán que esperar dos años más para cristalizar en algo sus protestas.

Ese mismo mes, debido al fallecimiento del Comandante de los Bomberos, Antonio Martínez, es electo Miguel Noriega como nuevo Primer Comandante. Es un Nogales en que su población acude por entonces al cine Sonora a ver una de las primeras películas estadounidenses filmadas en Nogales, Sonora, una película en blanco y negro perteneciente al género posbélico del film noir, y en la que intervienen algunos nogalenses como extras: Mala Hierba (Johnny Stool Pigeon), con Howard Duff, Shelley Winters, Dan Duryea y un joven Tony Curtis que hace sus pininos fílmicos. Es una película en la que un ex presidiario se presta a actuar como señuelo de la policía para descubrir a una banda de narcotraficantes y en la que aparece el centro de un Nogales que gradualmente adquiere su imagen cosmopolita posbélica. Pero es también una película que nos muestra que los estereotipos de la frontera mexicana no son de creación reciente.





Por otro lado,  y como símbolo de un nuevo régimen mundial de difusión masiva de la información a través de la radio, el 13 de febrero se enlazan por primera vez en Sonora las estaciones de radio de Cananea (XEFQ), Agua Prieta (XEAQ), Naco (XETM) y Nogales (XEHF) para transmitir, con base en la XEHF y desde Hermosillo, un juego de beisbol entre Guaymas y Hermosillo, los locutores son Juan de Dios Velasco y Miguel Angel Martínez. Es un Nogales que gradualmente recupera su costumbre de no permitirse ser asombrado por cuestiones rurales, aunque todavía por entonces susbistan rezagos del pasado, como cuando se sabe que, a finales de ese mes, en la cárcel municipal se encuentra detenido el Príncipe Otto de Hohenzollern quien llegó a esta frontera procedente de la capital del país y aquí fue arrestado. Así, los locales se dejan llevar por su subconsciente y pasan por la cárcel, a ver si lo alcanzan a ver.  Algunos lo logran y consiguen hasta hablar con él, aunque unos días más tarde es enviado, detenido, a la capital de la república. Después se sabrá que se trata de un impostor, su verdadero nombre: David Rico Tancour.

El 3 de marzo el gobierno municipal le da un plazo definitivo de 6 meses a los puesteros de la calle Ochoa para que los abandonen y pueda abrirse la calle al tránsito, aunque los afectados entablarán un juicio que llegará hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que demorará todavía su desocupación. Por esos mismos días es abierta una escuela para ciegos, en la esquina de las calles Pierson y Libertad, cuyo director es el invidente Lucio Díaz.

El centro de Nogales en 1950,
dominado por los terrenos del ferrocarril
Ese mismo año es terminado el edificio del hotel Fray Marcos de Niza, que fuera iniciado por Jesús Irastorza Fernández, un español nacido el 27 de junio de 1895 en Ampuero, Santander, quien llegara a México, por Veracruz, el 10 de diciembre de 1910, aunque no alcanzó a ver concluido el edificio, ya que murió en Irapuato el 6 de marzo de 1948. Este edificio, que fuera inaugurado en junio de ese año hace pensar a algunos nogalenses que ya viven en una urbe como Nueva York, conclusión que refuerza la pavimentación, ese mismo año, de la carretera a Guaymas. Durante las fiestas de mayo y como símbolo de la necesidad posbélica de atender intelectualmente a los nogalenses es inaugurada la biblioteca que fuera construida por el Club de Leones, y que se encuentra adjunta al parque infantil también construido por ellos, situado por la Calle Obregón, a la salida de la Colonia Héroes.

Y mientras que los promotores económicos locales se inclinan por la vocación turística nogalense, el gobierno federal ya prepara un rescate integral de la región fronteriza de nuestro país, orientándolo hacia otra dimensión de mayor impacto social. La frontera misma en Nogales se encuentra por entonces demarcada por una cerca de alambre de eslabones que la Comisión Internacional de Límites encargó construir, ese mismo año, a la Compañía San Xavier Rock and Sand de Tucson, con una longitud de unas 2.5 millas aproximadamente dentro de la mancha urbana nogalense. Alcanzaba 11 pies de altura dentro de Nogales y 9 pies en las afueras. Un año después le sería delegado su mantenimiento a otras agencias, hasta que finalmente la jurisdicción sobre ésta recaería sobre el Servicio de Inmigración y Naturalización estadounidense, aunque de todos modos esa cerca será más un símbolo que una barrera de restricción al cruce humano. Por ejemplo, durante las anuales fiestas de mayo el cruce internacional es abierto por varios días al paso indiscriminado de quienquiera hacerlo.

martes, 24 de diciembre de 2013

Nogales de 1946 a 1949

El 13 de enero de 1946, salía Jesús Siqueiros a la ciudad de México en asuntos del Bloque Periodístico de Sonora que encabezaba y otros del proyecto de construcción de un Monumento a La Madre, de cuyo patronato era presidente, mientras que al día siguiente Ezequiel Padilla, precandidato a la presidencia de la república, visitaba Nogales y en el mitin hablan el Dr. Arriola y Gustavo Escoboza.

Días después era electa la nueva directiva de la Asociación Ganadera de Nogales. Quedaba como presidente Ernesto Elías, quien abogaba por la construcción de una empacadora y refrigeradora de carnes; y poco después quedaba constituido el Partido Progresista de Nogales que favorecía la candidatura a la alcaldía de Miguel F. Vázquez, quien finalmente resultó electo, mientras que los nogalenses veían cómo cada día se elevaba más un nuevo edificio de Jesús Irastorza por la calle Campillo, y que con el tiempo se convertiría en la construcción más alta de la población.

Por otro lado, asociado con la imagen de un Nogales dirigido al turismo aunque sin que desaparecieran las sórdidas cantinas de antaño, surgían algunos bares destinados a una sociedad más urbana, a aquellos nogalenses que acostumbraban ir los domingos, tal vez después de misa, a saborear tamalitos o camarones y otras botanas acompañados de alguna cerveza en un Nogales en el que el consumo del alcohol se alejaba de connotaciones sórdidas.

Pero también por entonces se iniciaba la tendencia de asesinar a delincuentes como resultado de la pérdida del control del comercio de la droga por parte de quienes lo ejercían, merced al surgimiento de nuevos mecanismos de su comercialización internacional. Uno de los primeros casos del Nogales posbélico ocurría la noche del 17 de febrero, al ser hallado el cuerpo de M. P. P. dentro de su auto, entre los Km 7 y 8 de la carretera, con una nota en la mano que rezaba: “Yo te maté porque me robaste 10,000 dólares. Búsquenme en Nogales Arizona”.

Para abril iniciaba la construcción de una nueva escuela, la futura Abelardo Rodríguez en terrenos adquiridos a Teresa de Tourniel, su dueña anterior, mientras que que también comenzaba entonces la construcción y ensanchamiento de la carretera internacional, al sur del Hospital del Socorro (que se encontraba en la esquina de las Calles Obregón y Ramírez, donde actualmente está el Hospital General de Nogales), por lo que en abril se les avisaba a quienes vivían por ese rumbo, al Gral. Manuel Aguirre, Enrique Vázquez Bou, Ramón Falcón y otros más que sus casas no serían afectadas. Eso, mientras que en  diciembre era decretado un embargo a la importación de ganado por los EEUU debido a la fiebre aftosa, por lo que la Unión Ganadera Regional de Sonora consiguió la promesa del Gobernador de construir una empacadora de carnes, y fue comisionado Emiliano Corella M. a dirigirla.

Empezando 1947 era renovada la directiva de la Cámara de Comercio, y quedaba como Presidente Gonzalo Guerrero Almada y como Secretario Rafael T. Caballero, mientras que unos días después la Unión de Choferes Internacionales, perteneciente a la CTS, hacía lo propio. Quedaba como Secretario General Humberto Cerezo, como Tesorero Roberto Sánchez y en Organización y Propaganda Fernando Zermeño.

El 8 de mayo de ese año se presentaban en Nogales, como parte de las Fiestas de las Flores, la Banda de Artillería y la de Marina, cuyo director, Estanislao García, le cedió la batuta a Manuel Pelayo, autor del vals Morir soñando, mientras que Chito Peralta, autor de piezas inmortales como Rosalía, Mavi o Mi Desgracia declinó, con lágrimas en los ojos, el honor que también se le concedía. Poco después, debido a que en mayo era muy difícil encontrar flores, se les cambiaría de nombre a Fiestas de Mayo.

A fines de junio de ese 1947 nacía el club Nogson y el diario Acción iniciaba la publicación de la Galería de Sonorenses Ilustres, del Prof. Eduardo W. Villa, libro que había presentado su autor en 1945 al concurso del Libro Sonorense, aunque en vez de ganar ocasionó que el gobernador Rodríguez ordenara su cese como Jefe del Departamento de Investigaciones Históricas, y un mes más tarde surgía nuevamente el problema eterno de Nogales: la carencia cíclica de agua durante los veranos, antes de las lluvias.

El segundo domingo de 1948, el Club de Leones inauguraba un parque infantil construido inmediatamente al sur de la salida de la cañada Héroes, y también por esos días era concluido el acueducto de 32 Km para traer agua desde Paredes, en Mascareñas, así como un tanque de almacenamiento en la cañada Héroes, mientras que el día 30 llegaba el escultor Ignacio Asúnsulo a dirigir los trabajos de instalación del Monumento a la Madre, obra debida a la iniciativa de la Alianza Hispanoamericana que fue inaugurada a la siguiente semana en la Plaza 13 de julio. En marzo la Ladrillera de Nogales, de Héctor Monroy y Raúl Caravajal, adquiría maquinaria para hacer más productiva su empresa.

Al mismo tiempo y en la dimensión política, terminando ese lustro, dos meses antes de concluir su periodo presidencial, el 21 de julio de 1949 era desaforado Miguel F. Vázquez como alcalde nogalense por el gobierno del Estado en un paso más de la pugna entre los poderes Federales y los Estatales. Era un Nogales que se asomaba al proyecto que le deparaba su futuro, un futuro que daría inicio al concluir la siguiente década. Pero ya le tocará su hora a la crónica de esos hechos.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Nogales en 1945

Como símbolo de la vocación posbélica turística de Nogales, una ciudad que se dividía en dos por la frontera internacional en un Nogales Sonora dedicado ahora a la actividad turística y un Nogales Arizona que se había convertido para entonces en la tienda de muebles, ropa y hasta alimentos para toda la costa del Pacífico de México, hasta transformar a la ciudad vecina en el “dinámico pequeño centro comercial llamado Nogales [Arizona] cuya importancia estaba, y en 1970 continuaba estando, fuera de toda proporción con su tamaño” según nos la describe la historiadora de la ciudad vecina, Alma Ready, tenemos que durante la segunda semana de 1944 se reunía la Cámara Nacional de Comercio local para cambiar su directiva. Quedaba como Gerente Alejandro Villaseñor y como Presidente Víctor Ruiz Fimbres. Días después realizaba otra sesión, ahora con asistencia de los principales hombres de negocios de ambos Nogales en la que se decidió, como ícono del nuevo orden económico internacional,  hacer surgir las fiestas de mayo bajo el nombre de Fiestas de Primavera de Ambos Nogales. El resultado fue que mientras que las del Carnaval resultaron deslucidas ese año, las fiestas de Primavera fueron un acierto total.

Nogales nuevamente crecía en población después de la década anterior, ya que mientras que México alcanzaba unos 20 millones de habitantes, por otro lado Nogales llegaba a contar con una población de unos 20 mil habitantes; era un Nogales Sonora que ofrecía las opciones de mejorar económicamente únicamente empleándose en Nogales, Arizona, en otros puntos más al interior de la nación vecina, o bien localmente dedicándose a las tiendas de “curios” o si no a pequeñas actividades como adquirir un puesto dentro del Mercado Municipal o intentar establecer un abarrote en alguna esquina del poblado. En resumen, eran un México y un Nogales que se asomaban a la modernidad. Era una sociedad que luchaba por convertirse en urbana. Tal vez como manifestación de ese cambio estaba la conclusión de la novela Bajo el Volcán del escritor Inglés Malcolm Lowry, que hoy se ha convertido en una de las obras más influyentes de la novelística mundial y retrata en un complejísimo esquema, con referencias mundiales, los dolores del parto del México nuevo.

Localmente, acompañando a los cambios estructurales de los nogalenses, también se manifestaban otras inquietudes espirituales, el 8 de septiembre de 1945 era fundada la Peña Cultural Nogalense con diez miembros: Ricardo Aguilar, Alonso Avilés, Dr. Ramiro Corona Godoy, Humberto Choza Cañedo,  Jorge López Islas, Dr. Baltasar López Serrato, Alberto Mongerot, Raúl F. Romero, Luis F. Velasco y Jorge Valencia; y el día 28 se realizaba un mitin público del Partido Acción Nacional en Nogales, durante el cual Luis Calderón Vega pidió la participación de los nogalenses en su partido, además de tratar el tema de “... fijar la posición del Partido, frente al problema que significa la sucesión presidencial...” Eso mientras que el 18 de noviembre llegaba en campaña a Nogales el candidato presidencial oficialista, Miguel Alemán, ya que el Partido de la Revolución Mexicana, estaba próximo a convertirse en Partido Revolucionario Institucional.

También a fines de 1945, para aliviar el comercio ambulante que sufría la ciudad, fue cerrada la calle Ochoa, entre la Obregón y la iglesia católica, y allí fueron construidos varios locales para ubicar a esos ambulantes; sin embargo, los abusos de los tenderos desembocaron en varios años de luchas legales entre el gobierno municipal y los comerciantes establecidos allí para lograr recuperar la calle para el servicio público.

Empezando diciembre, y aprovechando la carencia de oferta local de productos nacionales, iniciaba operaciones la compañía de Ernesto Elías, COMBUSTIBLES, ubicada en la esquina de las calles Obregón y Vázquez, tienda que vendería gas en sustitución de la leña o bien del petróleo que habían sido utilizados todavía durante los años bélicos, combustibles que desde el inicio de la población habían calentado a incontables amaneceres nogalenses. Pero también ofrecía COMBUSTIBLES estufas de gas, refrigeradores eléctricos y otros muebles que contribuían a modernizar el ambiente nogalense, ayudando de paso a evitar las nubes mañaneras de humo, además de facilitar la subsistencia diaria de los nogalenses, y de auxiliar a la economía nacional porque los muebles que allí se ofrecían eran fabricados en México mismo.

Y aunque oficialmente se había declarado cerrada la zona de tolerancia en la calle Canal al terminar la Guerra Mundial, diariamente ocurrían escándalos nocturnos propiciados por sus parroquianos, mientras que durante el día la venta de artesanías alimentaba la imagen de un Nogales dedicado al turismo inocuo; es decir, eran dos procesos que se manifestaban dentro de lo invisible y lo visible. Dos Nogales antípodas dentro de un mismo espacio geográfico: el Nogales de día, frontera inocente, frontera segura; y por el otro lado el Nogales nocturno, el del tráfico del sexo, del comercio de las drogas, de la invitación desde el uso del alcohol hasta las más refinadas drogas posbélicas. Y curiosamente, salvo contadas excepciones, no se presentaba una oposición abierta entre estos dos Nogales; el Nogales de día no emitía una sola palabra de crítica al Nogales nocturno.

Finalmente, al acercarse la renovación del gobierno municipal nogalense, entre las ofertas de los candidatos a la alcaldía estaban la de Gustavo Escoboza (padillista) de terminar con el problema del abastecimiento de agua, de contribuir a la reforestación de Nogales, construir un hipódromo y un teatro, etc. Mientras que en oposición a Escoboza se encontraba Miguel F. Vázquez, apoyado por la federación, en particular por la Confederación de Trabajadores de México. En otras palabras, la pugna entre los poderes regionales, los poderes estatales continuaba enfrentándose a la de los nacionales, los poderes federales, y tenía como importante escenario aún la CTS por un lado, en diaria lucha por posiciones frente a la CTM.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Nogales de 1941 a 1944

El año de 1941 era expropiado El Cíbuta por la federación y dejaba como depositarios a los mismos poseedores, mientras que en agosto de ese año el alcalde informaba que durante su estancia en México hizo gestiones para que el Congreso declarase Heroica a Nogales en relación con el incidente del 27 de agosto de 1918, y pedía la aprobación del acuerdo por parte de cabildos, para remitirlo al diputado Jacinto López, para que interveniera, lo que se hizo infructuosamente, ya que fue necesario que pasaran varias décadas para que se lograra la declaratoria. 

Por otro lado, en búsqueda de una reestructuración económica local, durante esos años de la Segunda Guerra Mundial, las Fiestas de Mayo llegarían a convertirse en la celebración anual símbolo del nuevo orden económico fronterizo, un régimen que se basaba en el turismo, y así lograba sustituir a los carnavales que habían sido la festividad fronteriza por excelencia desde 1895. La historia de cómo se dio ese cambio ocurrió así:

Ya desde 1941 y durante un desfile, la candidata a reina del carnaval, Delia Siqueiros, sufría un accidente mortal al encendérsele el vestido con un cohete; y ese mismo año se iniciaba otra festividad alterna, la conocida como Fiesta de las Flores, el 5 de mayo. Vendrían después 2 años de indecisión, y mientras el carnaval decaía, no sólo por falta de organización sino también por malos manejos de los recursos obtenidos, las fiestas de mayo no se celebraron en 1943.

Pero no nos adelantemos y volvamos a nuestra crónica: Nogales crecía nuevamente durante esos años de inicios de la década de 1940, por lo que empezando 1942 el síndico pedía que se solicitase al Congreso el decreto de “...urbanización de todo el terreno que forma la actual ciudad de Nogales”  y el 13 de febrero cabildos declaraba urbanizadas las colonias Moderna, Municipal, Municipal Anexa, Rosario, Bolívar, Buenos Aires, Reforma, Altamirano y Granja, en una distancia de 4,115 metros desde la línea y 2,517.2 de ancho. Además, para satisfacer la demanda estudiantil en educación primaria, a fines de año era cerrada la escuela Gil Lamadrid, mientras que la Escuela Federal Tipo era adquirida por el Estado, cambiándosele de nombre a Justo Sierra.

Para 1943, cuando la guerra se había ya convertido verdaderamente en una conflagración mundial, el periodista Pomposo Salazar, dueño del diario local ACCION pedía, en un artículo más de una larga letanía, que se cerraran los prostíbulos. “Nogales necesita una mano de hierro... porque de la tolerancia oficial, en una zona, se pasó a la tolerancia en toda la ciudad” y es que la prostitución se practicaba en casi todas las cantinas de la población.

Por otro lado, en octubre de ese 1943 los vendedores ambulantes se quejaban contra las disposiciones del Departamento Sanitario que les prohibía vender bajo el argumento que Nogales, Sonora debería verse como Nogales, Arizona, donde no existía ambulantaje. Ellos respondían que si las condiciones económicas de México fueran iguales a las de Arizona, no protestarían.

Ese mismo mes se incrementaba la franquicia para importar artículos de Arizona a $200 pesos/mes, mientras que el esquema de una sola población, Ambos Nogales, dividida por una cerca, era ya entonces sólo un recuerdo, un mito que se intentaba conservar como atractivo turístico. En un artículo periodístico local se editorializaba que los periódicos de ambas poblaciones ignoraban lo que sucedía en la otra, sólo asuntos de suma gravedad que ocurrían en un Nogales eran tratados en la prensa del otro, y agregaba el texto que las dos ciudades “se entienden únicamente por el contacto comercial. Los de aquí compran allá; los de allá compran aquí pasando por lo que algunos ilusos han llamado ¨línea imaginaria´. Fuera del contacto comercial, no existe otro”

Los últimos días de ese 1943 quedaba integrado el Club de Leones local, cuyo primer presidente fue el Doctor Arriola, Director del Departamento de Salubridad del Ayuntamiento. Y a propósito de salud, durante esos años destacaba el número de defunciones infantiles durante los veranos nogalenses debido a la proliferación de enfermedades gastrointestinales ocasionadas por el agua contaminada de que se abastecía Nogales, ya que todo el suministro era por pozos situados en el Arroyo Los Nogales y en las cañadas laterales, en donde se habían ido acumulando contaminantes biológicos desde la fundación del poblado. Un barrio que sufría especialmente de estos estragos era el de la Granja; mientras que durante los inviernos era a los ancianos a quienes les tocaba sufrir los estragos del frío. 

El domingo 9 de abril de 1944 eran bendecidas las obras de construcción del santuario guadalupano: la ceremonia fue dirigida por el Presidente de la ACJM, Agustín Lares, y el jesuita Francisco de la Torre bendijo las obras.  Dos domingos después, durante la celebración del aniversario del cuerpo de bomberos era presentado a la corporación un dibujo al crayón del fundador del cuerpo, Gustavo L. Manríquez, realizado por Jesús González L. mientras que las fiestas de mayo ese año resultaron ser un éxito total. Sin embargo, lo más importante de ese1944 fue el inicio de las obras de introducción de agua potable desde la cuenca del Santa Cruz, realizadas por la federación y a cargo de la compañía de la ciudad de México, Eterno Eureka, S. A una compañía cuyo dueño era Manuel Suárez, y que se encargaría de construir, años después, el Hotel de México de la capital de la república, que actualmente se ha convertido en el World Trade Center.


lunes, 2 de diciembre de 2013

Nogales en 1940

La década de 1930 a 1940 fue terrible no únicamente para Nogales, sino que también para Sonora y para México. Podemos ver esta situación en la población de las regiones urbanas de Sonora. Por ejemplo, si la población nogalense había sido en 1930 de 14,061, diez años después había disminuido aunque ligeramente, a 13,866. Esto, mientras que la de Hermosillo también disminuyó de 19,959 en 1930 a 18,601 diez años después. Todo como consecuencia de la gran depresión económica mundial de inicios de esa década, a la que seguiría la época de contiendas ideológicas en México.

En septiembre de 1939 había sido inaugurada la escuela preparatoria federal con la participación gratuita de los maestros, ya que no sería sino hasta 1944 cuando la SEP le concedió un subsidio de cuatro mil pesos anuales. Esta escuela fue la primera de educación superior en el Estado, ya que la única anterior existente, la Preparatoria y Normal de Hermosillo, no formaba bachilleres. La idea era preparar profesionales nacionalistas en Nogales que se encargasen de recuperar el destino de la frontera bajo una ideología moderna y laica, a la vez que compitieran con las élites económicas locales, que hasta entonces vivían sólo del comercio del turismo, legal o no. En un artículo que publicara el Profesor Alfonso Acosta, director de la secundaria, argumentaba que con estas escuelas de enseñanza media superior en la frontera  se buscaba: “evitar el éxodo hacia los EU de los alumnos que terminaban la instrucción primaria y, sobre todo, defender nuestra cultura y tradiciones históricas”. Es decir, recuperar en la frontera la visión nacionalista, al mismo tiempo que, educando, lograr la profesionalización de la población nogalense.

Por otro lado, empezando enero de 1940, y al igual que en años anteriores, hacía crisis el problema del agua en Nogales, que era abastecida por una compañía privada con base en la ciudad vecina. El día 8 se recibía un oficio del abogado de la Ciudad de Nogales, Arizona, en el que comunicaba que por acuerdo del Concejo de ese poblado “...en lo futuro no se venderá más agua a la Compañía Proveedora de Agua de Nogales, S. A. mientras la ciudad de Nogales, Sonora, no cubra el adeudo que tiene pendiente en dicha empresa...” Y la situación era crítica, ya que el cobro alcanzaba los $5,000 Dlls.

Intentando encontrar una solución al problema, el día 10 nuevamente se realizaba una sesión de Cabildos con los principales ciudadanos de Nogales, en la que se informó que el comisionado por la administración municipal anterior para el cobro de los adeudos por consumo de agua, entre el 19 de julio y el 15 de septiembre alcanzó a colectar $2,099.93, de los cuales se gastaron en sueldos del mismo comisionado y otros, la cantidad de $1,195.86, por lo que quedaba un saldo de $885.10, que obviamente no alcanzaba a cubrir el adeudo que se exigía.

Enseguida, el presidente de la Cámara Nacional de comercio local ofreció cubrir el adeudo con la condición de que la Compañía Proveedora de Agua prometiera que lo devolvería, a lo que respondió el Gerente de la misma que no podía ofrecer nada sin consultarlo con los accionistas. Siguió el estira y afloja de los asistentes, y aunque se alcanzó una solución al problema, ésta no resultó ser sino temporal.  Para abril informaba el presidente “...sobre la perforación de pozos para resolver el problema de la sequía de agua potable...” 

Y así, poco después regresaba de nuevo el problema del agua: para agosto accedía el Gerente de la compañía del agua a no cobrar el servicio a aquellos usuarios que no recibieran agua durante los meses de verano, aunque de todos modos las quejas por cobros indebidos continuaron. Por esos mismo días se le solicitaba ayuda al ayuntamiento para que colaborase en el acondicionamiento del nuevo campo de aterrizaje, situado en Lomas, obra a cargo del piloto Alberto Calzadías. En septiembre, informaba el munícipe que en la reciente visita a Nogales del nuevo Presidente de México, General Manuel Ávila Camacho, le trató él el problema del agua, y en respuesta el General le prometió “... introducir esta importantísima mejora...”, así se acordó  hacer un estudio más sobre el problema para presentárselo al nuevo Presidente de México.

Al día siguiente del ataque de Pearl Harbor, que ocurrió el 7 de diciembre de 1941, México también declaraba la guerra al Eje y la frontera entre los dos Nogales desapareció, al menos durante la duración de la contienda bélica. Unos días después pasaban por Nogales 900 soldados mexicanos, destinados a proteger Baja California de alguna incursión japonesa. Pero la más importante consecuencia para Nogales de la Segunda Guerra Mundial, a la que seguiría la Guerra de Corea, fue que también, derivado del establecimiento de bases militares, como la Davis-Monthan de Tucsón, en esta ciudad fronteriza alcanzarían nuevos bríos la prostitución y la venta de licor, adoptando gradualmente la imagen de negocios legítimos, sancionados por los líderes económicos y morales de la frontera.

Esta era una frontera en la que convivían diariamente el Nogales Sonora de día, una ciudad “blanca” en la que no existía nada de criminalidad, y un Nogales nocturno en el que se practicaban todo tipo de excesos sin que el Nogales de día aparentase darse cuenta de esa situación.