domingo, 27 de abril de 2014

El avance educativo reciente de Nogales

Gral. Anselmo Macías Valenzuela
El avance educativo de Nogales es relativamente reciente. Además, tuvo un desarrollo muy particular, dictado obviamente por el desenvolvimiento de la economía local, que merece que bosqueje rápidamente.

Poco después de que concluyera la etapa bélica revolucionaria, en septiembre de 1930 era inaugurada la escuela secundaria federal local, la primera de su tipo abierta afuera de la ciudad de México, aunque como es natural, la necesidad de lograr un nivel más elevado educativo nogalense no dejó de expresarse ya desde entonces, aunque siempre ligada, como era natural, al desarrollo económico local y al educativo.

Es decir, ya desde entonces se manifestaban las dudas sobre: ¿de qué iban a vivir los nogalenses del futuro? ¿Cuál sería la orientación socioeconómica de esta frontera en años por venir? Por ejemplo, esa duda fue hecha pública en 1938, cuando vistó Nogales el Gral. Anselmo Macías durante su campaña a la gubernatura del Estado, ya que entre las peticiones de los nogalenses mereció un lugar especial la de un ciudadano local que, abiertamente, le pidió “establecer en Nogales una Escuela Industrial porque no todos podemos ser contrabandistas.”

Pasaron los años, que fueron años de constante lucha y de expresión de dudas hacia dónde se dirigiría la economía local, y mientras que los maestros de la escuela secundaria federal local nogalense se inclinaron por promover  el funcionamiento y preservación de una escuela preparatoria por colaboración, por otro lado no fue sino hasta después del inicio del proceso de industrialización fronterizo, cuando en 1975 también iniciaba operaciones el Instituto Tecnológico local. Así, parecería  que la orientación educativa de esta población fronteriza se encaminaba por el campo de la tecnología.

Sin embargo, más recientemente ha habido cambios más profundos en la estructura social asociados a una diversificación de la economía local. Así surgieron otras instituciones de educación superior como la Universidad de Sonora y otras más cuyos nombres no mencionaré para no caer en el error de omitir alguna. Todas ellas han ido incrementando la oferta local educativa. Sin embargo, esta situación no no ofrece todo el panorama, ya que también los censos que realiza INEGI cada diez años, están empezando a reconocer que existe una tendencia local reciente a alcanzar un promedio de mayores edades por parte de los nogalenses, a la par que los niveles educativos de la sociedad local también acusan cambios estructurales. Veámoslos, aunque hay que explicar que no existe información homogénea entre los datos presentados para los distintos censos y por lo tanto es difícil encontrar tendencias.

Por ejemplo, y en relación con educación básica, según el censo del 2010, apenas el 4.7% de los nogalenses con edades entre 6 y 11 años no asistían a la escuela (de donde se presume que el resto, o sea el 95.3% sí lo hacía),


Además, y relacionado ahora con la educación secundaria, el 74.1% de aquellos habitantes locales que se encontraban entre los 15 y 17 años asistían regularmente a la escuela, que se presume sería la secundaria.

Y si vemos que tan sólo una década antes esta proporción era de apenas 59.2%, como se ve en la gráfica de la derecha, notamos de inmediato lo dramático de esta tendencia a lograr un mayor nivel educativo local.

Otro de los cambios significativos de la conformación social de Nogales radica en la disminución proporcional de personas que hubieran cursado o reconocieran carreras técnicas, no licenciaturas sino meramente técnicos en alguna disciplina; así, mientras que según el censo del 2000, el 4.1% de la población nogalense de 14 años y más había estudiado una carrera técnica o equivalente, para el 2010 esta proporción había disminuido más del doble, al 1.9% del total. Es decir, durante esta última década ocurrió un enorme decaimiento en estos estudios también como manifestación de esta tendencia a alcanzar mayores niveles educativos locales.

Por otro lado, esta última tendencia, la de aquellos que tuvieran estudios con grado de licenciatura, la reencontramos en el universo de los mayores a 25 años de edad que habían terminado estudios profesionales que, según el censo del 2000 constituían el 4.8% del total poblacional, mientras que el 2010 fueron ya casi el doble, el 8.4% del total.

Pero ésto no es todo, de entre éstos, o sea los mayores de 25 años, para el 2000, el 4.1% y el 0.47% del total poblacional habían terminado estudios de licenciatura y maestría respectivamente; mientras que para el 2010 los porcentajes equivalentes eran  del 7.3% y 1.1%, obviamente asociada esta última tendencia a una consecuente disminución de aquellos que no habían alcanzado estudios profesionales.

Todo lo anterior nos indica que durante esos últimos años hubo un gran crecimiento en esta categoría.

Hay que agregar, sin embargo, que de esta población de mayores de 25 años de edad con grados de licenciatura, la gran mayoría o el 30.2% según el censo del 2010, tiene grado de licenciatura en administración de empresas,  a la que  le sigue Ingeniería en sus  múltiples dimensiones, con cerca del 25%. De lo anterior obtenemos de inmediato dos tendencias importantísimas. En primer lugar, que la estructura académica local se encuentra relacionada principalmente con la industria local.Y en segundo, que es un mito que los jóvenes actuales (al menos los nogalenses), rehuyan cursar estudios en disciplinas científicas.

Sin embargo, también para este año ya pintan, como se dice coloquialmente, aquellos que tienen estudios de disciplinas sociales, con poco más del 9%, aunque obviamente aún no fueron formados localmente al no existir aún esta oferta de estudios para cuando se realizó el censo,  a lo que debemos agregar que, por otro lado, su existencia misma nos indica la creciente demanda local de este tipo de disciplinas no técnicas.

De todo lo anterior es que será digno de analizar, para el próximo censo, cómo se comporten estas disciplinas que no son técnicas, entre las que podría adelantar que la gastronomía, por ejemplo, es importantísima como factor de reestructuración económica y educativa local, al ir recuperando gradualmente Nogales su vocación turística, y contribuir de esta manera a, o tal vez siendo impulsada por la creciente diversificación de la economía local.

viernes, 18 de abril de 2014

Migración y el crecimiento de Nogales

Ya lo sabemos. Gran parte de la población de Nogales, si no toda, debe su origen a la inmigración, a veces llegados de otras regiones de México, a veces del extranjero.  De acuerdo con el censo del 2010, de un total de 212,292 habitantes de Nogales,  7,730 habitantes habían nacido en Estados Unidos y 250 en otros países. Es decir, el 3.5% de los habitantes nogalenses eran nativos de la nación vecina.

Poblacion estadounidense de Nogales Sonora
por edades en 2010
De estos nacidos en  Estados Unidos, la gran mayoría, 6,724 o sea alrededor del 87% del total eran menores de 20 años y la parte principal de ellos, o sea 4,775, que es el 62% del total, tenían edades entre 0 y 9 años.

Muy probablemente eran hijos estadounidenses de mexicanos que fueron expulsados de la nación vecina como resultado de las políticas anti inmigrantes de los Estados Unidos, a pesar de la reciente orden ejecutiva que prohíbe la deportación de menores de edad, ya que se calcula que más de 100,000 padres de hijos con ciudadanía estadounidense fueron deportados de EU tan solo entre 1998 y 2007, muchos de los cuales engrosaron el limbo legal de los expulsados y estadounidenses que viven en  fronteras como Nogales.

Partiendo de esta situación, merece que haga ahora una crónica histórica sobre cómo fueron evolucionando las políticas para tratar con este problema. Todo inició en diciembre de 1917, cuando los Estados Unidos establecieron el requisito de contar con un pasaporte para poder cruzar la frontera. Además, fueron colocados soldados estadounidenses a lo largo de la misma para impedir el cruce indiscriminado de ésta como estaban acostumbrados los nogalenses. El problema era que no  los soldados no advertían a los que intentaban cruzar sobre su error sino que simplemente les disparaban. Así, dejémosle la palabra al entonces alcalde de Nogales, Félix B. Peñaloza, quien  el 21 de julio del año fatídico, 1918, le enviaba una misiva al cónsul mexicano en Nogales, Arizona informándole: “deseo referirme al servicio de vigilancia de la línea divisoria prestado por los soldados del Ejército Anglo-americano, en el desempeño del cual tienen orden de hacer fuego sobre aquella o aquellas personas que la crucen por lugares que no son los señalados por las autoridades Anglo-americanas.”  Ya conocemos las consecuencias de esta medida que no es el tema central de este artículo, aunque agregaría que fue una de las causas del incidente internacional el 27 de agosto de ese año, por el que Nogales ha recibido el título de heroica.

Y si de nuevo saltamos en el tiempo y retomamos el hilo de la crónica durante la Gran Depresión Económica Mundial de los 1930 que afectó terriblemente a esta frontera, encontramos que si en 1930 por la Aduana de Nogales se importaron $11.5 millones de pesos y se exportaron $35.6, todos los cuatro años siguientes las cifras correspondientes anduvieron alrededor de $5 millones en importaciones y $9 (en 1934) en exportaciones; mientras, la exportación ganadera sonorense, que en 1930 había sido de $8.2 millones, los años siguientes osciló alrededor de sólo $1.5. Además, fue entonces cuando las autoridades estadounidenses iniciaron la política de expulsar a los mexicanos de la Unión Americana, los que tan sólo a mediados de ese año de 1930 alcanzaba los 5,000 mensuales por Nogales. Se calcula que los efectos totales de los programas de expulsión estadounidense durante esos años fueron de alrededor de 350,000 mexicanos deportados.

Pero regresando al presente vemos, de acuerdo con el censo de México del 2010, que medio millón de niños estadounidenses que trajeron sus padres mexicanos entre 2005 y 2010, eran educados en instituciones mexicanas. Y aunque no hay estadísticas nogalenses y cuando mucho se sabe que por el sector Tucsón del Border Patrol son expulsados alrededor del 47% de los indocumentados de todo el país,  también se sabe que actualmente son deportados de toda la nación vecina alrededor de 300,000 mexicanos cada año, basándose en una premisa incongruente que podemos resumir en: permitir el libre tránsito de bienes y controlar el de personas.

Sin embargo, aquí también debemos considerar la imposibilidad de continuar sin alterar en el futuro estas políticas internacionales. Esto se debe a la irracionalidad interna de la política de expulsión estadounidense, entre cuyas manifestaciones principales estarían el problema moral que han producido, desde 1998, los casi 6,000 muertos en la frontera, algunos de los cuales han ocurrido aún dentro del territorio mexicano y de menores de edad, además del hecho irrebatible de que esta globalización selectiva del movimiento internacional produce incongruencias prácticas dentro de la población estadounidense: la implementación de las políticas de migración actuales afectan negativamente a un sector importante de su sociedad, convirtiéndolo en indocumentados, legal o funcionalmente, porcentaje que actualmente es de alrededor del 4% de su población total y el 5% de la laboral.

domingo, 13 de abril de 2014

Características del crecimiento en población del Nogales reciente

Del periodo que va de 1985 al 2014 es difícil hablar.  En primer lugar, porque muchos actores públicos de entonces resultan afectados por lo que escriba aquí; en segundo, porque lo sucedido entonces todavía es reciente y no ha sido juzgado por la historia. Además, y desde mi opinión, lo que sucedió durante estos casi treinta años fue una reafirmación del modelo socioeconómico que fuera adoptado en ésta y otras fronteras a partir de la década de 1960.

Así,  y para cubrir esta época, lo que haré será describir en los artículos de la serie el desarrollo de esta frontera desde el punto de vista de la sociedad fronteriza, de sus características; tocaré el crecimiento en población, lo que hace especial a esta sociedad fronteriza, cómo se desarrolló y aprendió a convivir el Nogales que todos conocemos.



(En este mapa interacivo se aprecia cómo era Nogales en 1985, en amarillo, y la superficie que alcanza el 2014 en rojo) 

Si bien en 1985 éramos alrededor de 88 mil los nogalenses, de acuerdo con el último censo, del 2010, alcanzamos a ser poco más de 212 mil, o sea que en estos últimos cerca de treinta años, tuvimos un incremento cercano a 2 y media veces.  Este crecimiento por supuesto que no fue únicamente en población sino también en extensión territorial. Así, mientras que en 1960, al iniciar el proceso de industrialización fronterizo, Nogales alcanzaba una superficie de 530 Hectáreas; para 1985, año en que terminé el anterior artículo, Nogales alcanzaba una superficie de alrededor de 1,500 Hectáreas, y según el último dato que poseo, la ciudad alcanza el 2014 una superficie de alrededor de 5,200 Hectáreas.

De la superficie urbana podemos encontrar el índice de hacinamiento, y deducimos que éste ha ido en decrecimiento constante durante este periodo: en 1960 teníamos un promedio de 71 habitantes por hectárea mientras que hoy la densidad es de cerca de 41 habitantes.

Todo ésto, mientras que Nogales, Arizona,  es muchísimo más chica que Nogales, Sonora, ya que el 2010 alcanzaba una población de 20,837 habitantes, los que vivían en unas 3,500 Hectáreas. O sea que había una densidad de población de alrededor de 6 habitantes por hectárea. O sea que nuestra ciudad vecina es más de 10 veces más chica que nosotros, y alrededor de 7 veces menos hacinada que Nogales, Sonora.

Pero después de estos datos generales, pasemos ahora a las características de la población de Nogales, Sonora.  Así, en 1960, Nogales alcanzaba apenas los 40 mil habitantes, y veinte años después casi se había duplicado nuestra población debido al inicio del programa de maquiladoras hasta alcanzar los 212 mil habitantes que le reconoce el último censo. Frente a esta situación, las siguientes, obvias preguntas serían: ¿en qué edades se presenta el crecimiento durante estas últimas décadas de Nogales?

El crecimiento en Poblacion de Nogales, por edades


Primero, encontramos una dramática estadística que nos indica que la explosión poblacional que tuvimos al terminar la década de 1960 se debió principalmente entre los nogalenses que tenían menos de 29 años. Este crecimiento, como se ve en la gráfica de arriba, fue de 38,337 habitantes, y vemos que superó en más de diez mil a toda la población, de todas las edades, que había en esta población apenas diez años antes, o sea 37,979 (27,594 + 7,414 + 2,971). Obviamente, este crecimiento no se debió a natalidad local sino que fue ocasionada por el imán que tuvo para los jóvenes de todo el noroeste de México la oferta laboral nogalense, gracias a la maquiladora.

El Crecimiento de Población en edades medias de Nogales 

Pero eso no es todo. Si ahora dirigimos nuestra atención a los últimos años, vemos que si bien la población de los menores a 29 años ha continuado creciendo en Nogales, lo ha hecho con tasas cada vez menores, en una tendencia que es clara a partir de 1990. Esto, mientras que el crecimiento de aquellos que tenían de 30 a 54 años de edad durante el mismo periodo de tiempo se ha disparado, ya que mientras que en 1990 había poco más de 23 mil nogalenses (9,945 + 8,195 + 6,700 + 4,453) en ese rango de edades, según el último censo la misma categoría ha subido a más de 72 mil ( 72,608 = 19,120 + 20,522 + 18,722 + 14,244)

Y si averiguamos las edades específicas a las que corresponde el mayor crecimiento en población, encontramos que durante esta última década, del 2000 al 2010, el grupo que tuvo un mayor crecimiento fue el de aquellos entre 35 y 39 años de edad, como se ve en la gráfica adjunta.

Crecimiento por edades

Esto nos dice que el atractivo que fue Nogales para la emigración de los jóvenes  de la región ha ido desapareciendo gradualmente, y que la población nogalense progresivamente alcanza niveles de mayor edad.

Estos datos que nos indican las estadísticas las vivimos aquellos que vimos el Nogales de inicios de la industria maquiladora, cuando era notable la presencia urbana de gente menor a 29 años de edad, presencia que poco a poco ha sido siendo sustituida por personas de mayor edad, los que participan, en mayor o menor grado individual dentro de las fórmulas posmodernas de convivencia de lo contemporáneo, lo posmoderno, lo urbano sonorense.

domingo, 6 de abril de 2014

Nogales en 1985

En este momento vale la pena que haga un alto para recordar cómo creció Nogales en el cuarto de siglo que va de 1960 a 1985. Ya conocemos las causas de este desarrollo: primero las obras de remodelación urbana, PRONAF, a las que seguiría el programa de industrialización fronterizo, que trajo consigo al modelo económico de fábricas maquiladoras a Nogales, todo ésto sucedido durante la década de 1960.

Este programa de desarrollo económico nogalense había llevado a que la población se incrementara desde cerca de 38,000 habitantes en 1960 a alrededor de 88 mil en 1985, o en otras palabras había crecido unas 2.3 veces, mientras que la superficie de la zona urbana lo había hecho desde unas 530 Hectáreas en 1960 a unas 1,500 Hectáreas en 1985, o sea alrededor de 2.8 veces (para revisitar cómo era Nogales en 1960, puedes hacer click aquí)

Durante  esos 25 años Nogales igualmente pasó por un cambio radical en cuanto a muchas de  sus manifestaciones públicas, es decir su apariencia visible. Por ejemplo, fue entonces cuando se formó la imagen del Nogales que todos conocemos, aunque me atrevería a agregar que fue precisamente durante el último quinquenio, de 1980 a 1985, que tuvimos la principal premonición de la imagen general del Nogales actual. Veamos porqué digo ésto:

Ya sabemos que la orografía particular de esta ciudad, una cañada que nace al Sur de la frontera y se dirige hacia el Norte, atravesando Nogales, había dictado el crecimiento que tendría esta población. Nogales lo hizo hacia el Sur, ya lo he sostenido hasta el cansancio, a diferencia de otras ciudades fronterizas que crecieron “pegadas a la línea.”

De esta manera, la principal problemática urbana antes del PRONAF y el Programa de Industrialización Fronterizo era doble. En primer lugar, el diseño del fundo legal, de 1884, fue realizado cuando el automóvil aún no existía (aquí puedes leer acerca de este proceso original). Así, en su diseño se había seguido una retícula cuadrangular que no tomaba en cuenta a los cerros y que muestra además, en rojo en el mapa del artículo mencionado, cómo el terreno del ferrocarril en realidad compite con el crecimiento de la ciudad por el escaso espacio plano existente dentro de la cañada.

Así fue como después,  al darse el crecimiento de Nogales hacia el Sur, el antiguo Fundo legal, que se encontraba inmediato a la frontera, se convirtió en un impedimento para el rápido movimiento automovilístico internacional.

En segundo, las cañadas laterales al Arroyo Los Nogales, que son en realidad arroyos, se convertían anualmente precisamente en eso, en cauces de agua que arrasaban con todo cuando ocurrían las tormentas veraniegas o invernales. Así que el reto era doble: solucionar el problema impuesto por la retícula original del fundo legal, pegado a la frontera, y a la vez pavimentar las cañadas laterales para convertirlas en calles.

El diseño original del PRONAF dentro del Fundo Legal
Y mientras que la solución al problema del tránsito vehicular por el fundo legal le tocó al gobierno federal a través del PRONAF, problema resuelto con la construcción de las rúas Adolfo López Mateos, la Plutarco Elías Calles y la Adolfo Ruiz Cortines en la década de 1960, a los distintos gobiernos municipales le tocaría la otra tarea, la de convertir las cañadas nogalenses en calles.

El primer paso fue la construcción del periférico poniente, inaugurado en 1976, originalmente destinado a la exportación de verduras. Por otro lado, durante el quinquenio de 1980 a 1985 fue enderezado el arroyo de la Cañada Los Nogales desde el edificio de la Cruz Roja (que para entonces acababa de ser construido en su ubicación actual del 2010) hacia el Sur, además fue pavimentada la Plutarco Elías Calles (que corre paralela a éste)  y le fue agregada la iluminación pública hasta el Parque Industrial. Esa constituyó la columna vertebral urbana.

Pero además, a la Calzada Los Nogales le fue cambiado el nombre por Calzada Instituto Politécnico de Nogales además de que también fue pavimentada hasta el extremo de la ciudad de entonces (donde hoy se encuentra su intersección con El Greco);  y fueron construidos varios circuitos que vinieron a aliviar el tránsito vehicular local, como el de la Buenos Aires-Héroes, la Astolfo R. Cárdenas que formó un circuito con la Cinco de Mayo, o también la Kennedy.  Y más hacia el Sur, también fue construida y pavimentada la calle Ignacio Alatorre, que actualmente forma parte del Boulevard  El Greco. Es decir, durante ese quinquenio que va de 1980 a 1985 se formó el “esqueleto” del Nogales actual.



(En el mapa adjunto, interactivo, aparece una foto satelital del Nogales actual, y delineada con amarillo, la extensión que tenía la ciudad en 1985).

En cuanto a la oferta económica local, en 1985 había 43 maquiladoras, que ocupaban a cerca de 15,000 nogalenses. De éstos, 12,100 eran obreros y el resto administrativos. La principal actividad de estas fábricas era construir accesorios eléctricos y electrónicos, utilizaban a poco más de 7,600 empleados, actividad a la que le seguían diversas manufacturas, con cerca de 3,900 trabajadores.

Ahora bien, en el renglón educativo, mientras que en 1960 sólo había una secundaria y una preparatoria, para 1985 la principal institución académica local era el Instituto Tecnológico, que había iniciado actividades en 1975 e impartía siete disciplinas. De ellas, la que tenía mayor población estudiantil era Ingeniero Industrial en Electrónica con 339 alumnos. Había también veinte instituciones preescolares, treinta y ocho primarias, nueve escuelas secundarias, y 12 escuelas de educación media superior con calidad de técnico, además de la UPN, el CONALEP y el CETIS 128, la mayoría de todas inaugurados durante ese quinquenio.

Ahora bien, el presupuesto para ese año de 1985 fue de $755,969,700 pesos, de los cuales $577,199,500 eran de participaciones federales. Del total presupuestado, el 74.7% correspondía a gasto corriente y el 25.3% era de gastos de inversión. Es decir, con este último renglón se había construido Nogales.