Lazaro Cardenas |
Plutarco Elias Calles |
De esta manera se realizaron las elecciones en Sonora y resultó triunfador como Gobernador Ramón Ramos, un callista que ejercería durante el cuatrienio que empezaría desde el 1 de septiembre de ese 1935 hasta 1939. Sin embargo, en octubre, en el sur del Estado se rebelaban en su contra los indígenas Mayos; además, en el Distrito de Moctezuma, Luis Ibarra Encinas, un veterano de las guerras cristeras de Jalisco se levantaba también bajo el grito de ¡Viva Cristo Rey! y en Granados y Sahuaripa fueron muertos los Presidentes Municipales. La persecución en su contra por las fuerzas armadas de México obligó entonces al obispo Juan Navarrete, que se había escondido en esa región, a huir y esconderse ahora cerca de Nacozari, durante esta tercera etapa de la persecución religiosa en Sonora (si quieres conocer las etapas de la persecución religiosa en Sonora, haz click aquí).
Al mismo tiempo, en el norte del Estado los ganaderos también se levantaron en dos frentes en oposición contra Ramos. En el Distrito de Altar, el ranchero Pablo Rebeil junto con Juan E. Caballero se levantaron en armas y mataron al presidente de Altar, instalaron a Caballero para sucederle; depusieron a los concejos municipales de Pitiquito, Caborca y Oquitoa, y obligaron al de Atil a adherirse a su movimiento. Por otro lado, Jesús María Suárez Arvizu también se levantó en el Distrito de Magdalena con unos 50 hombres y atacó el 14 de octubre a Santa Ana, matando al recién electo presidente municipal junto con el comisario de policía; sus fuerzas quemaron después los puentes del ferrocarril cerca de Magdalena para evitar la llegada de tropas y luego se dirigieron hacia la cuenca del río Santa Cruz, donde fueron alcanzados por las fuerzas del gobierno en El Saucito, situado a 10 Km al este de San Lázaro, y desbaratados allí.
El 13 de diciembre llegaba a México el ex Presidente Plutarco Elías Calles y 3 días después el Presidente Cárdenas deponía al Gobernador Ramos, nombrando en su lugar al Gral. Jesús Gutiérrez Cázares, cuya esposa, Elena Elías Pesqueira era prima hermana del mismo Plutarco Elías Calles. Esta era la forma como el presidente Cárdenas aprovechó, si no instigó, la rebelión de los inconformes con el callismo en Sonora para lograr erradicar a éste del Estado.
El 9 de abril de 1936 era aprehendido y enviado al exilio el ex presidente Elías Calles y con su partida quedaba definitivamente erradicada su influencia personal en México. En Nogales, el 23 de diciembre era nombrado un obregonista de hueso colorado, Gabriel Corella, como presidente municipal interino, y entre sus primeros actos le cambió de nombre, el 15 de enero de 1936, a la escuela que llevaría el nombre de Plutarco Elías Calles por Enrique Quijada, que es como la conocemos actualmente.
Roman Yocupicio |
Los nombres que sonaban entonces para competir contra Yocupicio representaban a las distintas facciones en las que se había dividido ideológicamente el movimiento revolucionario sonorense. Así estaba el Lic. Alfonso Romandía Ferreira, federalista que había sido el primer director de la escuela secundaria de Nogales, en 1930. Además, en Nogales se realizaron entonces manifestaciones del comité del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en favor de otro de los contendientes, el Gral. Otero Pablos, lo que ocasionó la caída del Lic. Ernesto P. Uruchurtu como presidente estatal del PNR.
De cualquier manera, en las elecciones ganó Román Yocupicio como gobernador del Estado para terminar el cuatrienio que concluiría en 1939, y entre los Gobernadores Interinos que lo sustituyeron durante sus ausencias estuvieron el Lic. Gilberto Suárez Arvizu y su hermano, el diputado Jesús María, el mismo que había dirigido el levantamiento contra Ramos en la región Norte de Sonora. En Nogales, reducto del Obregonismo, Gabriel Corella sería seguido en la Presidencia Municipal por otro obregonista más, el General Manuel Aguirre, quien también había participado en la revolución renovadora con la toma precisamente de Nogales.
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