viernes, 20 de junio de 2014

Durante los años que antecedieron a la revolución mexicana no había ninguna clase de impedimento para el cruce internacional de mexicanos por la frontera de Nogales. Es más, en los comienzos de Nogales ni siquiera había calle Internacional del lado estadounidense de la frontera, y las casas construidas “al otro lado” llegaban hasta la frontera misma. Se decía, a manera de broma, que mientras la casa estaba del lado estadounidense, la pintura que cubría las paredes se encontraba ya en México.

Bajo esta situación, obviamente, los mexicanos de entonces podían cruzar la frontera sin que algo hiciera notar la transición. Un momento estaban en México y el siguiente en Estados Unidos. Bueno, el primer paso de este cambio ocurrió cuando se ordenó la demolición de las construcciones aledañas a la frontera para dejar una franja de 60 pies como Calle Internacional del lado estadounidense.

Pasaron los años, y como consecuencia de la Guerra Europea en la que Estados unidos no se había involucrado antes de 1917, y del desarrollo de la revolución en México, la nación vecina inició por esos años una serie de medidas para lograr un mayor control sobre sus fronteras, y también, porqué no decirlo o al menos sospecharlo, con la intención de influenciar el desarrollo de la revolución mexicana.

De esta manera, podríamos fechar el inicio de esta mayor injerencia estadounidense sobre México y nuestra frontera común, en el reconocimiento que le hiciera el entonces presidente estadounidense, Woodrow Wilson, a la facción carrancista y obviamente el desconocimiento a su contrincante, la facción la villista, lo que ocurrió el 19 de octubre de 1915.

Para entonces, el día 12, Pancho Villa había llegado a Nogales Sonora al mando de unos 2 mil hombres de tropa, mientras que el grueso de sus fuerzas quedaba cerca de Naco. A eso debemos agregarle que ese mismo día el Gral. Alvaro Obregón también visitaba a Nogales, pero Arizona, aunque ninguno habló con su contrincante. Obregón declararía que vino a negociar la rendición de las tropas yaquis del Gral. Urbalejo, aunque lo que sobrevino días después alimenta la duda.

Mientras ésto sucedía con Obregón, Villa, por otro lado, permanecería en Nogales unos días, y el 16 salía al Sur del Estado, en donde fue rechazado el 19 cuando intentó tomar Hermosillo y entonces se dirigió al Noreste de la entidad.  Días después, el 25 y 26 de noviembre, las tropas villistas que había en Nogales se dedicaron a saquear esta población hasta que fueron expulsadas por los constitucionalistas al mando del entonces Coronel Lázaro Cárdenas.

Villa, enojado por lo que consideró una traición estadounidense, debido a que esa nación había permitido que tropas mexicanas reforzaran , viajando por tren, a la población de Agua Prieta, y que Villa sin saberlo la atacó y fue derrotado, en represalia atacó a la población estadounidense de Columbus, Nuevo México, el 9 de marzo de 1916, con el resultado de que el pueblo fue quemado y 17 estadounidenses muertos.

Caricatura contemporánea
que muestra la expedición punitiva
Esto provocó, a su vez, que el presidente Wilson ordenara la llamada Expedición Punitiva, en la que el General John Pershing  al mando de un cuerpo militar de alrededor de 10 mil soldados estadounidenses entrara a México por Chihuahua en búsqueda de Villa, aunque sin lograr capturarlo.

Mientras sucedía todo ésto en Chihuahua, en Sonora la frontera de Nogales fue reforzada con varias compañías de ametralladoras, otras tantas de cuerpos de señales, con casi un regimiento de artillería, otro de caballería y seis regimientos de infantería; la oficina del Cónsul estadounidense en Nogales, Sonora, fue cambiada a Nogales, Arizona, y en la vecina población se ordenó que todos los dueños de armas las registrasen mientras el sheriff determinaba si les eran confiscadas o no. Además, el gobierno estadounidense impuso un embargo a todos los alimentos exportados a México; por lo que Nogales, Sonora, que dependía de la oferta de alimentos de Nogales, Arizona, sufrió enormemente.

Ubicación del campamento militar entonces, y hoy.
Así fue cómo el gobierno del Estado de Sonora ordenó que se realizara un inventario de todos los alimentos que había en el Estado, y así llegó el verano. Pasaron mayo y junio mientras los nogalenses veían cómo pasaba el tiempo y la situación internacional empeoraba. En junio, se ordenó cortar las líneas de comunicación entre Nogales, Agua Prieta y Naco y los funcionarios fronterizos se concentraron en Hermosillo, y días después toda la población de Nogales, Sonora fue evacuada quedando sólo un cuerpo de voluntarios al mando del Comandante de Policía, Rubén Rivera, para cuidar el poblado, y lo mismo se hizo en Agua Prieta y Naco, mientras la mina de Cananea paraba totalmente. No sería sino hasta mediados de julio que se alejó el peligro de invasión, aunque para entonces Villa había reunido nuevamente a unos  10 mil soldados y controlaba gran parte de Chihuahua.

La Expedición Punitiva terminaría formalmente el 7de febrero de 1917 sin haber cumplido su cometido de detener a Villa, aunque sí le sirvió al ejército de campo de entrenamiento para el campo bélico de la Primera Guerra Mundial, en la que entraría Estados Unidos dos meses después dirigida por el mismo Gral Pershing.
El General Alvaro Obregón renunciaba a la Secretaría de Guerra en mayo, y en septiembre siguiente inició un recorrido por la unión americana, se entrevistó con el presidente Wilson, y al regresar a México estableció su residencia en Nogales.

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