domingo, 26 de enero de 2014

Nogales de 1956 a 1959

Presidencia antigua de Nogales
En abril de 1956 Ernesto Félix, quien ahora es Director de la Junta Federal de Mejoras Materiales, anuncia que fue aprobado un presupuesto de 2 y medio millones de pesos para embovedar, desde la frontera a la entrada a la Cañada Buenos Aires, el canal que atraviesa Nogales a cielo abierto. Además, el nuevo presidente municipal, Miguel Amador Torres, quien el año anterior había sido director local de la campaña para Gobernador de Sonora de Alvaro Obregón Tapia, también anuncia que será remodelado el edificio de la Presidencia Municipal; se le removerá la fachada de piedra cantera y convertirá en un edificio de dos pisos. La obra será realizada por el Ing.Guillermo Wolf con un costo de $570,000.

El nuevo edificio de la Presidencia Municipal
Ese año también se trabaja para adecuar la vialidad de Nogales a la hegemonía del automóvil. El gobierno municipal adquiere una motoconformadora, se une la calle Aldama con la Maclovio Herrera y se prolonga la calle Artes desde la Rosario hasta la Ferrocarril, la Triunfo de la Sonora a la Cuauhtémoc y se extiende la Galeana.

También por entonces, y a partir del 22 de mayo, queda establecida la costumbre de hacer sonar la sirena de la bombera a las 9PM para indicar que serán recogidos los menores de edad que aún anden a esa hora en la calle, medida que es acompañada de la instalación de lámparas mercuriales en el alumbrado público sobre la Calle Obregón. Además, se implementan otras acciones para combatir la vagancia y promover mejores empleos en Nogales, tales como la apertura de centros de educación nocturnos, dirigidos por el Profesor Humberto Campos Varela.

Y en el campo de las ideas, diría yo filosóficamente, Oscar Monroy Rivera escribe ese año Antología de Poesía Sacro Criminal a la que le seguirá su siguiente libro: Antología: El Crimen en la Poesía. Son dos temas en los que se mezclan la ética y sus símbolos, por un lado, y por el otro su antítesis: el pecado. En otras palabras, ya desde entonces le inquieta al pensador poeta Monroy la relación dialéctica que existe entre el bien y el mal, entre el orden de la métrica y de la acción ética, y el desorden que implica el crimen, el mal; ésto como una preocupación aún más profunda: cómo es posible que pueda surgir el bien del mal, el orden del desorden. O lo que es lo mismo, cómo podrá diseñarse un Nogales futuro basado en un Nogales de ese momento que no ha logrado ni intentado resolver su problema ético. Así surge la pregunta que se hace desde entonces: qué tanto pesa la carga moral insatisfecha que viene arrastrando nuestra población para el desarrollo de un Nogales en el que se piensa resolver la problemática social local. La proliferación del crimen en el Nogales contemporáneo se ha encargado de darle respuesta a esa pregunta.

Pero volvamos a nuestra crónica. Empezando 1957 ya se habla de la organización de servicios médicos bajo el Seguro Social en Nogales, y mientras que dos años antes las dos enfermedades principales en el poblado habían sido gripa y sífilis, un año después lo serán la gripa y el sarampión.

La antigua estación del Ferrocarril
Y así, el proyecto de adecuar Nogales para el futuro continúa: en julio de ese año se inicia la construcción de la nueva estación del ferrocarril en Lomas para reemplazar al ya caduco edificio de la estación que se ubica aledaño a la frontera y que interrumpe la calle Campillo, y ese mismo mes el Profesor Alfonso Acosta anuncia que durante el año lectivo siguiente, la escuela secundaria será militarizada. El resultado más visible de esa medida será que todos los alumnos lleven uniformes color caqui, lo que borrará la distinción de clases económicas entre los educandos.

La Nueva Estación del Ferrocarril
Y la invasión automovilística continúa: ese 1957 ya hay 3,592 autos circulando por las calles de Nogales y Ernesto Félix, todavía Presidente de la Junta Federal de Mejoras Materiales, abre la calle Colón (actual Ruiz Cortines) entre la Buenos Aires y la Héroes, con un costo de $5,125,016.91 recorta el cerro que se interpone; además, debido a que la mayor parte del arroyo corre a cielo abierto, construye un puente a la salida de la Héroes y otro más en la Obregón en el punto en que ésta cruza el arroyo de la Granja ($329,377.81), además de erigir el tanque de agua “Bonillas” ($83,961.83), aunque el 20 de septiembre renuncia debido a ciertas maquinaciones; un mes después, el 31 de agosto, a las 2:30 PM son inaugurados los servicios del Seguro Social en Nogales, como anticipo requerido de la nueva función económica de esta frontera.

La estación de transporte de tomates en Nogales, Arizona
Y relacionado con la frontera misma, para 1958 había sido todo un éxito la modalidad que fuera implantada por Walter Holm en 1947, de utilizar camiones para transportar vegetales de Sinaloa y exportarlos a la unión americana, ya que para este último año éstos excedían a los acarreados por tren. Esa medida había sido perfeccionada en 1953 cuando inauguró las flotillas de camiones refrigerados para evitar que se echara a perder el vegetal.

Lo que sucedía era que Walter Holm había sabido aprovechar, reafirmándola, la vocación natural de Nogales de ser un lugar de intercambio de tecnologías, un punto de comercio internacional. Holm incursionaría además en otras transacciones económicas internacionales que hoy han probado ser todo un éxito, como el camarón congelado, la manteca y hasta el huevo.

Todo este incremento comercial había llevado a que en 1956 fuera inaugurada otra garita internacional más en Nogales (recordemos que por entonces el único lugar para cruzar la frontera era a través de la garita principal y la de la calle Elías) con la apertura de otra garita más, la tercera, sobre la Calle Pesqueira, con la única función de facilitar la exportación de vegetales. Nogales se preparaba para la siguiente década mientras veía cómo el centro mismo de esta población se convertía en un enorme embudo de comercio internacional.

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