lunes, 9 de diciembre de 2013

Nogales de 1941 a 1944

El año de 1941 era expropiado El Cíbuta por la federación y dejaba como depositarios a los mismos poseedores, mientras que en agosto de ese año el alcalde informaba que durante su estancia en México hizo gestiones para que el Congreso declarase Heroica a Nogales en relación con el incidente del 27 de agosto de 1918, y pedía la aprobación del acuerdo por parte de cabildos, para remitirlo al diputado Jacinto López, para que interveniera, lo que se hizo infructuosamente, ya que fue necesario que pasaran varias décadas para que se lograra la declaratoria. 

Por otro lado, en búsqueda de una reestructuración económica local, durante esos años de la Segunda Guerra Mundial, las Fiestas de Mayo llegarían a convertirse en la celebración anual símbolo del nuevo orden económico fronterizo, un régimen que se basaba en el turismo, y así lograba sustituir a los carnavales que habían sido la festividad fronteriza por excelencia desde 1895. La historia de cómo se dio ese cambio ocurrió así:

Ya desde 1941 y durante un desfile, la candidata a reina del carnaval, Delia Siqueiros, sufría un accidente mortal al encendérsele el vestido con un cohete; y ese mismo año se iniciaba otra festividad alterna, la conocida como Fiesta de las Flores, el 5 de mayo. Vendrían después 2 años de indecisión, y mientras el carnaval decaía, no sólo por falta de organización sino también por malos manejos de los recursos obtenidos, las fiestas de mayo no se celebraron en 1943.

Pero no nos adelantemos y volvamos a nuestra crónica: Nogales crecía nuevamente durante esos años de inicios de la década de 1940, por lo que empezando 1942 el síndico pedía que se solicitase al Congreso el decreto de “...urbanización de todo el terreno que forma la actual ciudad de Nogales”  y el 13 de febrero cabildos declaraba urbanizadas las colonias Moderna, Municipal, Municipal Anexa, Rosario, Bolívar, Buenos Aires, Reforma, Altamirano y Granja, en una distancia de 4,115 metros desde la línea y 2,517.2 de ancho. Además, para satisfacer la demanda estudiantil en educación primaria, a fines de año era cerrada la escuela Gil Lamadrid, mientras que la Escuela Federal Tipo era adquirida por el Estado, cambiándosele de nombre a Justo Sierra.

Para 1943, cuando la guerra se había ya convertido verdaderamente en una conflagración mundial, el periodista Pomposo Salazar, dueño del diario local ACCION pedía, en un artículo más de una larga letanía, que se cerraran los prostíbulos. “Nogales necesita una mano de hierro... porque de la tolerancia oficial, en una zona, se pasó a la tolerancia en toda la ciudad” y es que la prostitución se practicaba en casi todas las cantinas de la población.

Por otro lado, en octubre de ese 1943 los vendedores ambulantes se quejaban contra las disposiciones del Departamento Sanitario que les prohibía vender bajo el argumento que Nogales, Sonora debería verse como Nogales, Arizona, donde no existía ambulantaje. Ellos respondían que si las condiciones económicas de México fueran iguales a las de Arizona, no protestarían.

Ese mismo mes se incrementaba la franquicia para importar artículos de Arizona a $200 pesos/mes, mientras que el esquema de una sola población, Ambos Nogales, dividida por una cerca, era ya entonces sólo un recuerdo, un mito que se intentaba conservar como atractivo turístico. En un artículo periodístico local se editorializaba que los periódicos de ambas poblaciones ignoraban lo que sucedía en la otra, sólo asuntos de suma gravedad que ocurrían en un Nogales eran tratados en la prensa del otro, y agregaba el texto que las dos ciudades “se entienden únicamente por el contacto comercial. Los de aquí compran allá; los de allá compran aquí pasando por lo que algunos ilusos han llamado ¨línea imaginaria´. Fuera del contacto comercial, no existe otro”

Los últimos días de ese 1943 quedaba integrado el Club de Leones local, cuyo primer presidente fue el Doctor Arriola, Director del Departamento de Salubridad del Ayuntamiento. Y a propósito de salud, durante esos años destacaba el número de defunciones infantiles durante los veranos nogalenses debido a la proliferación de enfermedades gastrointestinales ocasionadas por el agua contaminada de que se abastecía Nogales, ya que todo el suministro era por pozos situados en el Arroyo Los Nogales y en las cañadas laterales, en donde se habían ido acumulando contaminantes biológicos desde la fundación del poblado. Un barrio que sufría especialmente de estos estragos era el de la Granja; mientras que durante los inviernos era a los ancianos a quienes les tocaba sufrir los estragos del frío. 

El domingo 9 de abril de 1944 eran bendecidas las obras de construcción del santuario guadalupano: la ceremonia fue dirigida por el Presidente de la ACJM, Agustín Lares, y el jesuita Francisco de la Torre bendijo las obras.  Dos domingos después, durante la celebración del aniversario del cuerpo de bomberos era presentado a la corporación un dibujo al crayón del fundador del cuerpo, Gustavo L. Manríquez, realizado por Jesús González L. mientras que las fiestas de mayo ese año resultaron ser un éxito total. Sin embargo, lo más importante de ese1944 fue el inicio de las obras de introducción de agua potable desde la cuenca del Santa Cruz, realizadas por la federación y a cargo de la compañía de la ciudad de México, Eterno Eureka, S. A una compañía cuyo dueño era Manuel Suárez, y que se encargaría de construir, años después, el Hotel de México de la capital de la república, que actualmente se ha convertido en el World Trade Center.


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