domingo, 2 de marzo de 2014

Nogales en 1970

Así llegamos a 1970, año en que inicia la explosión demográfica de Nogales, cuando había unos 53,500 nogalenses con una ligera mayoría de mujeres sobre hombres. La población había crecido durante la década de 1960 a una tasa aproximada anual del 4%, ya que en 1960 había 37,659 nogalenses.  Esta población de recién llegados a Nogales se había asentado principalmente en el centro, convirtiéndolo así en una zona con índices de hacinamiento muy grandes. Pero además la ciudad había crecido hacia el Sureste, por el camino a Cananea y en regiones aledañas, además de también a lo largo de las cañadas nogalenses, como la Reforma, la Buenos Aires y la Héroes o a lo largo de la Colonia Granja. De esta manera, los índices de hacinamiento habían alcanzado en 1960 un máximo de 71 habitantes por hectárea, y de allí en adelante, con la apertura de nuevas colonias, el hacinamiento empezó a declinar durante las décadas siguientes (Si lo desea, puede analizar todo este fenómeno en el siguiente enlace). Por otro lado, en lo económico, Nogales era una ciudad fronteriza que dependía casi totalmente para subsistir de la nación vecina, ya que allá se adquirían desde alimentos, ropa hasta muebles y otros artículos más permanentes.

Ya hemos visto cómo, para resolver esta situación, durante la década de 1960 se había ido estructurando el cambio radical que vería esta frontera. Todo inició con el establecimiento del Perímetro Libre en 1951, seguido por  la promesa-petición del entonces candidato a la gubernatura de Sonora, Alvaro Obregón Tapia, quien durante su campaña le diría a los nogalenses de entonces: "...El pueblo de Nogales ya tiene establecidas las bases para un programa de rehabilitación. El pueblo de Nogales tiene ya el Perímetro Libre que es la base en la que debe sustentar su futuro, pero ¿Qué hace falta para que el Perímetro Libre pueda ser aprovechado íntegra y racionalmente? Hace falta una comunión de pueblo y gobierno, hace falta una sincronización exacta de pueblo y gobierno dentro de un programa rehabilitador. Se necesita industrializar al pueblo de Nogales para aprovechar íntegramente el Perímetro Libre..." 

A esta promesa la acompañarían dos programas federales que, a manera de pinzas, atacaron la problemática fronteriza desde dos frentes. Primero, las obras del Programa Nacional Fronterizo (PRONAF), iniciadas en 1961, cuya principal herencia local fue la adaptación de la vialidad urbana a la hegemonía del automóvil con la construcción de avenidas como la Adolfo Ruiz Cortinez, la Adolfo López Mateos o la más larga de todas, la Plutarco Elías Calles.

A estas obras le seguiría el Programa de Industrialización Fronterizo, iniciado por el Gobierno Federal en 1965, aunque para entonces se habían establecido algunas maquiladoras dentro de la geografía nogalense, y  el 9 de abril de 1969, el gobierno del Estado firmaba un contrato con la Sociedad Mercantil Parque Industrial de Nogales, S.A. de CV (PINSA), por el cual ésta recibía del ayuntamiento de Nogales 46.1498 Has. en arrendamiento por 30 años para construir y operar el que resultó ser primer parque industrial de Nogales, y que quedó ubicado justamente afuera de los límites de la ciudad y del Perímetro Libre.

Todos estos cambios trajeron consigo una serie de tensiones internas en Nogales, principalmente de carácter financiero público y con mayor impacto sobre la política local y la manera en cómo se fue afectando el crecimiento de la mancha urbana. Así, en lo político, el alcalde electo para el periodo 1958-1961, Doctor Otilio Garavito, dejaría como principal herencia la venta del antiguo Mercado Municipal. Luego vendría Jesús Francisco Cano durante el periodo 1961-1964, quien le dedicó especial atención al deporte, a quien seguiría el Doctor Ramiro Corona Godoy, a quien le tocó resolver localmente el principal impacto de las obras de reestructuración nogalense del PRONAF. Y aunque las versiones sobre las causas de lo sucedido entonces varían, lo más probable fue que la carga económica que sobrevino entonces sobre las arcas municipales llevó a que el Gobernador del Estado lo destituyera el 14 de enero de 1966, o sea cuando ya la mayor parte de las obras del PRONAF habían sido concluidas. Lo sucedería el 16 de enero en forma interina el Licenciado Jesús Encinas Gallegos para que terminara ese trienio, y a él le siguió Leopoldo Elías Romero para concluir esa década durante el trienio 1967-1970.

Otro de los impactos notables sobre Nogales incidió sobre el crecimiento de la mancha urbana. Así, y como vimos anteriormente, el límite Sur de la población en 1960 estaba definido por las llamadas Cabinas, que se encontraban en la entrada de la actual Colonia Kennedy y que era el límite Sur hasta donde llegaban los camiones de pasaje locales. De allí hacia el Sur, únicamente se encontraba la garita del perímetro libre situada a unos 300 metros más al Norte de la actual confluencia del Periférico Colosio (que entonces no existía) con la carretera internacional (en esta imagen interactiva se puede ver su ubicación. Espere, por favor, a que se carguen las dos imágenes que la comprenden), y más al Sur estaba la superficie de terreno que acababa de ser rentada por la compañía Parque Industrial de Nogales, S.A. (PINSA).

Terminando 1969 se le había dado el nombre de Plaza Hidalgo a la plaza en donde fue colocado el busto del Padre de la Patria que fuera realizado como obra póstuma por el escultor español, Alfredo Just, autor también del conjunto escultórico a Don Benito Juárez. También por entonces se iniciaba la construcción del actual Periférico Luis Donaldo Colosio (que obviamente por entonces aún no tenía nombre) para aliviar los constantes congestionamientos de tractocamiones que transportaban verdura procedente de Sinaloa, y que se juntaban sobre la Calle Juárez en el centro mismo de Nogales para disputarse el cruce internacional por la garita de la Calle Juárez.

TAmbién terminando 1969 era aprobada la construcción de la garita del nuevo Perímetro Libre, en el kilómetro 21, que la Secretaría de Hacienda había establecido allí para auxiliar al máximo posible el funcionamiento del Parque Industrial. Sin embargo, posiblemente no hubo recursos para construirla, ya que  un año después, en 1970, se autorizaba otro proyecto de la misma, con una erogación de $3,200. En noviembre se decidía otorgarle el nombre de Gustavo Díaz Ordaz a la Unidad Deportiva y días después se discutía la ampliación del límite Sur de la ciudad de Nogales para que comprendiera al Parque Industrial, aunque el Ayuntamiento también dudó incorporarla debido a lo oneroso que sería para las arcas municipales mantener la carretera que quedaría bajo su jurisdicción.  Y aunque empezando 1971 la petición para incluir el Sur de Nogales dentro de la ciudad surgía del mismo Parque Industrial, el Ayuntamiento, para comprar tiempo, ordenó que se realizara un estudio sobre las construcciones que hubieran rebasado ya los límites del municipio, tanto hacia el Sur de Nogales como por el camino a Cananea.

De cualquier manera, las presiones sociales y económicas se fueron imponiendo, ya que meses después las mismas autoridades del parque Industrial acudieron ante las autoridades municipales junto con los miembros de la Cooperativa de Transportes de Nogales a pedir la intervención del gobierno municipal ante la Dirección de Tránsito Federal, para que se permitiera el tránsito por la carretera de los camiones de pasajeros que se planeaba acudirían al Parque Industrial, ya que se proyectaba construir en éste la terminal Sur de los camiones urbanos.

Finalmente, en mayo y junio de 1971 y como consecuencia de la reciente venida a Nogales del presidente de la República, se recibían sendas autorización y orden para construir, “precisamente en terrenos contiguos a la unidad deportiva” un centro de estudios científicos y tecnológicos.  De esta manera fue cómo empezó el Nogales industrial…

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